Lo intentan vender como la historia de un empapelamiento

Ayer Alejandro Valverde entró a declarar en la sede del CONI por la puerta trasera y se fue por el mismo sitio. Según sus abogados y según lo que él mismo cuenta a su periodista de cabecera no hay una acusación clara. Por tanto, seguirán adelante con esta farsa.

Si hemos de hacer caso al murciano y la siniestra corte que le rodea, la vida sigue igual. La cosa fue así: al llegar al Foro Italico, dos agentes del NAS -Nuclei Antisofisticazioni e Sanità dell'Arma dei Carabinieri, los "ejecutores" de la política antidopaje en Italia- le entregaron en mano la acusación penal por su caso. Aquí no hay SMS o resquicios legales: notificación en mano de delito de dopaje. ¿Bastante claro, verdad? Decir que no hay una acusación clara...

Una vez dentro, y según ambas partes, el fiscal Ettore Torri y su equipo fue desgranando las pruebas contra Valverde, que incluyen una factura de pago a Eufemiano -lástima no saber la fecha-, centrándose en la bolsa 18. El resto de preguntas fueron periciales, como asegurarse de que la firma del control antidopaje de Pratonevoso era la suya. Arribas se chotea de esto, pero bueno, yo hago lo mismo cada día que leo su descenso al pozo. Ambas partes concuerdan en que los asesores de Valverde se limitaron a aferrarse a cuestiones procedimentales, afortunadamente sin apelar al auto de urgencia del juez Antonio Serrano, ese que parecía la tabla de salvación y por el que se retraso tanto tiempo la comparecencia de Valverde.

Ahora tiene 15 días para presentar alegaciones a la acusación de dopaje ("poco clara" ¡pero si tienen el ADN de la bolsa cotejado!), dice que va a seguir compitiendo -veremos, tiene una carrera en Francia- y "no se que quieren de mí", llevado hoy a titular. De tí no quieren nada, y en todo caso no has colaborado en nada, despreciando la última oportunidad de salir con un mínimo de dignidad de esta historia: si ya tienen tu sangre, ¿qué van a querer de tí? ¿la colaboración que nunca has dado? ¿tirar de la manta?. Es mucho esperar de alguien que siempre ha sido un muñeco en manos de quien ha llevado su carrera deportiva, fundamentalmente un médico.

Arribas introduce el término empuramiento. Una especie de Historia de un empapelamiento, como si Valverde fuese un Macanaz del siglo XXI. No, no, no colará. Ayer en El Larguero fue el tema estrella. Contactaron con el portavoz del CONI, que hablaba un castellano parecido al del profesor Cavan de El día de la bestia, y entre que De la Morena tampoco es muy cristiano en el lenguaje y que el italiano era muy estricto en cada término -estaba bastante enfadado, pero esa precisión le honra-, el jerarca de la medianoche acabó haciendo un giro para su debate: "quizás en vez de preguntar si Valverde es inocente o no, habría que preguntarse por el juez Serrano". ¡Voilà!. ¡Ahora abre los ojos y finge darse cuenta de la Operación Encubrimiento! ¡El amigo de Belda!

El único que hizo una pregunta decente fue Paco González, que preguntó al italiano "¿teneís muestras de Schleck o Canzellara -sic-?", y la respuesta fue ni si, ni no. Que está todo en manos de la fiscalía de Paolo Ferraro, procurador -el fiscal- de la República, y que ellos son sólo autoridad deportiva para sanciones deportivas. Vamos, que la cosa seguirá con otros nombres. Por lo que respecta a la parte italiana, el caso Valverde está visto para sentencia deportiva: dos años de exclusión de las carreras. En cuanto a la parte penal, Basso la solucionó pagando una multa. Lo hizo cuando estaba a punto de cumplir la sanción, solucionando así los ocho meses de cárcel que le habían caído.

Ahora intentan vender el caso Valv. (Piti) como la historia de un empuramiento. A lo mejor es un chiste interno a uno de sus más afamados gregarios, pero no creo. Están avisados. Antes de que alguien caiga en estos cantos de sirena -con barba y toga de abogado, con pluma e indecencia de periodista-, que repare en que es indiferente que la bolsa 18 tuviese EPO o no, simplemente el hecho de andar trapicheando con bolsas es motivo de sanción; que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento -han intentando decir que Eufemiano sacó la sangre sin que se enterase-; que da igual que fuese en los tiempos del Comunitat Valenciana y que Valverde sea ahora un hombre nuevo; y que también estaría bien que alguien se plantease porqué se conservaba esa bolsa, si no era para utilizarse, algo que les podría explicar cualquier persona que se dedicase al almacenaje y gestión de stocks.

Esto no es la historia de un empapelamiento. Es una historia de justicia. Deportiva y penal.
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Rebellin repite victoria en Andalucía, entrando en solitario con 9" de diferencia. Tercero otro de su equipo, igual de viejuno -Simoni- y séptimo otro compañero en el Diquigiovanni, el ínclito Zapatero Scarponi. Por supuesto, es un equipo continental. La general para Poosthuma, un especialista en este tipo de carreras.
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Cavendish vuelve a ganar en California. Horrillo tercero.
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Y en Algarve Koldo Fernández de Larrea da una alegría tempranera a su equipo, el Euskaltel.