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28 noviembre, 2008

Ministerio del Deporte, España

Cuando Zapatero, presidente de España en las dos últimas legislaturas, estaba en la oposición, prometió que cualquier decisión legislativa se tomaría en el Parlamento, órgano deliberatorio supremo que había sido transcurado por la antigua mayoría para temas como la guerra de Irak.

Por supuesto, del dicho al hecho hay un buen trecho, y el actor del "no nos falles" ha acabado cayendo en los mismos tics del poder que con tanto encomio -y razón- señalaba. No es ya que en el mítin-fiesta anual de Rodiezmo, arropado por sus paisanos y regado de vino/chorizos -que en León son una unidad de destino- anuncie majaderías a diestro y siniestro, solo para contentar a esos resabios de los viejos tiempos que sobreviven hoy en día: "¿como un Presidente de León no va a tener un buen plan para la minería?" -el mejor es cerrar las explotaciones y tirar la llave al mar- o "subiremos el salario mínimo interprofesional" han sido algunos de los ejemplos de la verborrea que pierde a ZP en cuanto se encuentra en alegre camadería y francachela. No suele ser en el Parlamento.

Lo de hace dos días no tiene nombre. A diferencia de Felipe González, que huía como de la tiña de cualquier espectáculo deportivo -sólo estuvo en la inauguración de los JJ.OO, y por protocolo-, a ZP le encanta recibir en la Moncloa a todo bicho viviente deportivo que haya cumplido una gesta para gloria y solaz de nuestra nación, la misma de la Operación Puerto y Eufemiano Fuentes. La de Alessio Galleti muerto en las carreteras, la de Antonio Puerta. Ahora tocaba el turno de los conquistadores de la Davis. El seleccionador -en el tenis lo llaman capitán, en plan Walt Whitman-, con una dicción imposible, dijo "el deporte ha crecido mucho y quizás sea la hora de crear un Ministerio". Atentos: un tío que deja el cargo, uno más entre 45 millones de españoles, suelta una idea al vuelo -como el que vende dirigibles en la época del avión a reacción- y...

El presidente la coge. Al vuelo, se entiende. Sin querer esperar al Parlamento, a una reflexión seria y profunda, A UNA MEJOR COYUNTURA ECONÓMICA, dice que "ya lo tenían pensado y en la próxima remodelación del Gobierno" darán cabida a la jaimitada, nunca mejor dicho porque es probable que el Ministro sea Jaime Lissavetzky. Aparte de la bofetada al ciudadano que supone el enésimo puenteo del Parlamento, da mucho que pensar que con las noticias económicas del último año -y lo peor está por llegar, todavía no se ve el fondo- el equipo gubernamental no ya solo tenga tiempo para recibir a deportistas, sino que encima haya pergeñado ya esta importantísima modificación ministerial, sin duda vital para nuestros intereses.

A ZP se le veía contento. Con su chándal, halagado. Es normal: tiene hijas adolescentes y es fácil imaginar el ambiente en el Palacio de la Moncloa el domingo por la tarde. A esas edades se contagia el entusiasmo. ¡Qué buena idea eso de montar un Ministerio del Deporte! Total, la Ministra de la que cuelga la actual Secretaría de Estado pasa del tema...Catedrática de Universidad -una de las que forman el patético 13% de mujeres en ese cargo-, se ha dedicado -ojo como el destino hila fino la ironía- al estudio del corporativismo, élites y caciquismo, concretamente de la clase económica de la Restauración. Su libro sobre Nicolás Urgoiti, el empresario de la prensa por excelencia, es magnífico. El resto de su obra no tanto. Pero mira, es Ministra y en las elecciones de 2004 fue de ¡número 2! por Madrid.

Pero de ahí a que le guste el deporte media un trecho. Siempre se ve antes a Don Jaime Lissavetzky, especialista en chupar cámara. La de Cabrera debe ser la primera cartera Ministerial que está de acuerdo en que sajen competencias que le son propias, vamos, la misma situación que en Industria o Educación con el nuevo ministerio de Innovación. Vivir para ver. Ahora bien, la pregunta que todo ciudadano se tiene que hacer -el silencio en la prensa, la más mínima crítica, ha sido espantoso- ¿qué aporta el nuevo Ministerio? ¿Que mejorará? Y antes de responder, les recuerdo que está en marcha un plan para la mejora de la Administración Pública que dejó hecho el muy eficiente Jordi Sevilla -condenado al ostracismo, por crítico con el zapaterismo- y también un plan de austeridad, esas típicas promesas de reducir altos cargos, coches oficiales y bla-bla-bla.

La respuesta es fácil. Al ciudadano de a pie, el que vota y detenta la soberanía de la nación, absolutamente NADA. ¡Ministro del Deporte! ¡Pero si sólo formularlo es ridículo! Entonces, si no aporta NADA, ¿a quien beneficia? Pues a la clase política, y a ningún otro. El deporte es un vehículo de movilización de masas y bueno, al político le encanta la masa=voto. Uno de los vectores de la primera legislatura fue que el otro partido estatal no se apropiase de los símbolos comunes, y me parece bien. El Ministerio del Deporte va a ser el medio perfecto para canalizar el nacionalismo español, porque el deporte une: fíjense en lo de la Eurocopa de este verano. Ya no da cosa sacar la rojigualda, que allá por 1931 empezó a ser partidista y desde 1939 privativa, ahora -y el deporte es el vehículo perfecto- es motivo de orgullo y decora balcones. En breve será el estampado de temporada en la Pasarela Cibeles.

Por supuesto, desde el PSOE se miraba con desconfianza como el PP -que fue el que incorporó esta idea y lo del "Estatuto del Deportista"- atraía a rostros famosos del deporte. En la campaña de las últimas generales llegó a juntar un buen puñado en un acto en Valencia. Por el contrario, se conocen pocos rostros del deporte que simpaticen con el PSOE. No tengan miedo, con el Ministerio en lontananza (y sus secretarías, subsecretarías, portavocías y ujieres) empezarán a salir del armario, al calor de las ricas prebendas que reparte el dinero público y la poltrona. Esta es la auténtica realidad de nuestro país, que según ZP está en el G-8 del deporte: lástima que los últimos JJ.OO indiquen que está, concretamente, en el G-14, nuestro puesto en el medallero. ¡Pero que bonito es vender lo contrario!.

Para terminar con este espanto, tengan presente algo. NO HAY NINGÚN MINISTERIO DEL DEPORTE EN EL MUNDO. En Francia hay un Ministerio de Salud, Juventud, Deportes y Vida Asociativa (fabuloso esto último), en Reino Unido uno de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, en Italia otro de Política Juvenil y Actividad Deportiva y en Alemania, que cuenta con algunas de las Federaciones Deportivas más numerosas del Mundo -sólo la de fútbol tiene 7 millones de socios-, el deporte depende del....¡Ministerio del Interior!. Estos son los países de nuestro entorno, en los que nos tenemos que mirar. Todos por delante nuestro en el medallero, incluso contando la diferencia de población. También en la mayor parte de indicadores socioeconómicos, los que nos tienen que importar como ciudadanos. Sin embargo, desde que se saludó con entusiasmo cosas como el Ministerio de la Vivienda, con la irrepetible Trujillo, o el Ministerio de Igualdad, con la Aído y sus ojos siempre entornados, lo del Ministerio del Deporte es sólo la triste consecuencia de un desatino, porque se confunde todo, en todos los términos, con los peores resultados y el ridículo más espantoso.
***
Según Kohl, que no acaba de digerir los dos años de sanción, "la mitad del pelotón toma CERA". Fantástico. Preguntado sobre por qué se niega a revelar la identidad del médico que le facilitó el medicamento para enfermos renales, dice que es un médico normal y que no tiene nada que ver con el deporte, que si lo revelase destrozaría su carrera. Sí, y probablemente se descubriría que ha conseguido la droga por el sistema austríaco de Seguridad Social, como la "mitad del pelotón" y sus amigos médicos y enfermeros de los hospitales de sus lugares de origen. Sigue hablando Kohl, sigue hablando, que empiezas a decir cosas interesantes...
***
Ya está en sus kioskos la revista del ciclismo con el peor papel posible. El mes pasado me negué a hacerme eco: el protagonismo de la portada era para ¡una bicicleta!, y dejaban el Campeonato del Mundo en un margen. Curiosa decisión editorial, que seguramente refuerza la buena imagen de este deporte. En el ejemplar actual no hay ningún tema de interés, confirmando lo prometido en el nombre: en el fondo.

24 comentarios:

Sergio dijo...

Perdón por lo largo del post.

Anónimo dijo...

te ha salido un post de politica menor (entiendaseme en los dos sentidos)

perdon porque el enlace se sale un poco por la tangente, pero viene a hablar de lo que es un problema central tambien en el deporte y particularmente en el ciclismo: la nocion de éxito y lo que eso implica para algunos:

http://www.alfredodehoces.com/press/mobuzz-dans-y-la-economia-de-la-cancamusa

un saludo

Anónimo dijo...

Este chorizo si que le da al vino...

http://www.marca.com/edicion/marca/ciclismo/es/desarrollo/1187640.html

Anónimo dijo...

Gran post, enhorabuena.
Aunque lo veo más para "política menor" que para ciclismo2005, ¿no?

David.

Anónimo dijo...

es posible tener mas cara que schumi?

da tanta pena que se vuelve entragnable.

Anónimo dijo...

Lo mas claro que se puede sacar de todo esto es lo que apuntillaste ayer con toda razon del mundo.

Ministerio del deporte = Sueldos, sueldos y mas sueldos con la que esta cayendo.

Infierno del Norte dijo...

Hola!

Pero...¿esto no es un "Blog personal dedicado al seguimiento y análisis del calendario ciclista profesional..."?

De todas maneras ¡Gran post!y
yo sigo apuntando lo mismo q ayer, ¡alguna culpa tendremos los ciudadanos! ¿no?

Ellos crean un arma de manipulación o atontamiento y todo el mundo aplaude ¿qué se puede esperar? ¿que lo quiten?

De todas maneras con ministerio o sin ministerio el uso de los éxitos deportivos para la exaltación nacional está más que inventado y, se ha hecho, se hace y se hará o si no, ¿por qué ponen tanto empeño las autonomías con afan nacionalista por poder competir en competiciones internacionales con sus selecciones?

Anónimo dijo...

http://www.idivimage.com/files/ihmjjxnmgdhmzzmntz4z.jpg

Anónimo dijo...

Pues ya lo avanzábamos ayer: por un lado, el deporte es una lanzadera para ese nacionalismo que "no osa decir su nombre" (por parafrasear una clásica cursilada). Los que tendrían pudor de agitar rojigualdas y entonar los cánticos tribales del "soy español" en otros ámbitos, se sienten reconfortados de poder hacerlo para jalear a "los nuestros". Los que ya lo hacen de ordinario, se ven envalentonados por la masa. Y todos juntos pueden organizar espectáculos tan intimidatorios, entre el vandalismo volkisch y el casticismo tronado de la Plaza de Colón durante la Eurocopa.

Y dado que no hay otros motivos de orgullo nacional (lo de la cocina española es un camelo, pues cualquiera un poco de conocimiento sabe que no existe tal abstracción más que como concepto, que lo que hay es cocina asturiana, catalana, vasca, castellana y así), y no se sobresale en ciencia, en educación, en transparencia, en eficacia de servicios o en cuelesquiera otros terrenos que pudieran fortalecer la unidad de destino en lo universal, pues juguemos a la baza del deporte y pongamos todos los medios, sean ministerios, operaciones de encubrimiento o médicos transilvanos a contribuir en la causa.

Por otro lado, y perdonad la chapa, yo aún opondría otro pero a este engendro: soy completamente refractario a la subvención del deporte de élite. Y no porque piense que el estado no tenga que pagar nada y deba adelgazar y blablaba, sino porque en mi opinión el estado ha de sostener actividades que aun siendo deficitarias se crea que contribuyen al bienestar de su ciudadanía y desarrollo de su sociedad. El deporte de base entraría en esa categoría. Pero ¿el de élite? Un deporte que ni se ha demostrado que sea bueno para la salud, ni cuya competitividad enfermiza, corrupción y suciedad pueda ser inspiradora, en la que pululan presidentes de clubs de moral muy dudosa codo con codo de hemodruidas... Vamos, por favor...

PD: Pues yo un ministerio del "deporte" dirigido por "Lissavetsky" no lo veo tan de política menor y si muy de ciclismo2005 ...

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Anónimo: bueno, el ciclismo es deporte y dicen que le van a crear un Ministerio, yo creo que está bien aquí.

Anónimo: jajajajaj, esa imagen es del Tmeo, la gran revista de humor que acaba de cumplir 100 números. Ya salió hace unos meses, son bastante divertidos esos fotomontajes. Esa misma revista sacó hace unos años un albúm dedicado únicamente al ciclismo, se titula "La pájara" y si lo ven por ahí no duden en comprarlo: humor gamberro y directo.

Mis preferidos de la revista, de siempre, son Ata y Entrialgo, claro.

Fransmeister: pues totalmente de acuerdo, especialmente en lo del deporte base. En mi opinión, el dinero público no debe ir jamás a pagar a profesionales, sino a crear equipamientos e infraestructuras para el deporte. Imaginate ahora que piensan empezar la casa por el tejado, creando nada menos que un Ministerio...¿cúantas ciudades de España en torno a los 50.000 habitantes tienen una pista con tartán o foso de longitud? ¿cúantos institutos tienen un gimnasio con los aparatos de gimnasia básicos?

Se pretende conseguir más medallas sin mejorar la base, y eso sólo se consigue de una manera: dopaje y más Eufemianos.

Anónimo dijo...

Pergeñar, no pergueñar.

Anónimo dijo...

¡Hala! Lissawhisky Ministro de Deportes, y Herodes puericultor... País...

Pedro Belijar dijo...

¿porqué todos se sienten perseguidos y humillados?

¿No se han parado a pensar en que son unos estafadores?

http://www.marca.com/edicion/marca/ciclismo/es/desarrollo/1187515.html

Un saludo

Anónimo dijo...

En mi opinión el Estado debería gastar 0 euros en deporte mientras, por ejemplo, haya listas de espera kilométricas en los hospitales o mientras no se pueda aplicar la Ley de dependencia por falta de medios.

Para que un chaval practique deporte no es necesario ni un polideportivo ni una pista de atletismo.

karajin

Anónimo dijo...

Rostro de hormigón lo llamaban:
http://www.marca.com/edicion/marca/ciclismo/es/desarrollo/1187515.html

Anónimo dijo...

Buen post, sí señor. Pero creo que al virus subliminal de la memoria histórica ZPERIANA lo tenemos aquí instalado en su cepa totalitaria. Lo digo por las referencias del otro día a Orwell y Solzhenitsyn y la de hoy, despachándote ni mas ni menos con una foto del gran Albert Speer...En otro orden de cosas, al bueno de Jordi Sevilla, condenado al ostracismo por esta banda de majaderos que nos gobierna, lo podéis leer todos los domingos en el suplemento de economía y negocios de El Mundo. Tiene una columna de opinión realmente buena. Ministerio de los Deportes....hablando de memoria histórica, ni al Caudillo se le ocurrió semejante audacia, y carnaza no le faltaba con los cachas del Frente de Juventudes y las chicas del S.S. En cualquier caso, si tenemos a la Aido y el Ministerio de Igualdad, me temo podéis esperaros cualquier lo peor, con o sin Lissaveztky. Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Yo creo que si se debe gastar en deporte tanto social como de elite.
Son dos cosas distintas pero van de la mano.
A mi me parece que en varias ciudades deben a ver polideportivos y clubes en buen estado para que asi la sociedad pueda realizar actividad fisica y si alguno es sobresaliente haber centros deportivos en los cuales mejorar sus aptitudes.
Obviamente no solo el erario publico se debe comprometer para estas acciones sino tambien el privado de los que mas tienen ya que auspician cuando el deportista es profesional y exitoso. Muy pocas lo hacen en academias y centros deportivos que son el futuro.
Eso no quiere decir que no haya hijos de la re contra madre que hagan negocios sucios, se dopen y demas cosas que el dinero como principal agente de corrupcion en todas las esferas de lo que llamamos deporte.
Igual a pesar de lo malo o corrupto quepueda haber sigo creyendo en el deporte como tanto para la salud como un factor social que si es usado de buena forma ayuda bastante.
Por supuesto que un ministerio para recibir deportistas ganadores y hacer propaganda no es la solucion ni el efecto que ningun lugar del mundo tenga que buscar y menos aun ser aprobado de un dia para el otro.
Fabrizio

Anónimo dijo...

ulalaaaaa!!
http://www.20minutos.es/noticia/432913/0/dopaje/italia/petrini/

Infierno del Norte dijo...

Yo creo q el ministerio de deporte es una chorrada pero de ahí a q para conseguir títulos olímpicos basta con invertir dinero sólo en la base va un trecho. De acuerdo q lo importante es invertir en la base, pero hay cantidad de deportes olímpicos de los q ni en el más alto nivel se puede vivir de ello, ¿sin becas ADO como van vivir esos deportistas?

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Anónimo dijo...

http://www.youporn.com/watch/269794/i-can-ride-my-bicycle-all-by-myself/

Anónimo dijo...

Seguramente ya lo habrás leído pero es interesante

http://www.elpais.com/articulo/deportes/Dopaje/corrupcion/otras/aventuras/Petrini/elpepidep/20081201elpepidep_21/Tes/

Saludos

Anónimo dijo...

@ Karajin

Eso es demagogia barata. Soy contrario a la creación del Ministerio de Deportes por motivos parecidos a los de fransmestier, se debería potenciar el deporte base y no el deporte de élite. Sí, para hacer deporte sí se necesita un campo de fútbol, como se necesita una pista de atletismo, como se necesita un polideportivo, como se necesitan piscinas. Para hacer deporte en condiciones y fomentarlo como una actividad sana se necesita todo eso. No quiero pensar qué sucedería si en cada pueblo español no hubiera un polideportivo. Probablemente todos se llevarían las manos a la cabeza.

El deporte base debe ser fomentado pero un Ministerio absurdo no es la solución. Lo de las listas de espera, la ley de dependencia, la dicotomía ricos-pobres, el hambre en el mundo y el sexo de los ángeles son cosas que no se han arreglado hasta ahora, SIN MINISTERIO DE DEPORTES, por lo que no veo en qué podría perjudicar éste a los asuntos mencionados. Son problemas atemporales, independientemente del Ministerio. No caigamos en la demagogia. Comenzamos hablando de la Sanidad y terminamos clamando por no destinar el dinero del Ministerio a acabar con el hambre en el Mundo.

Anónimo dijo...

Un magnifico blog saludos.