Magnífica victoria de Freire en Burgos

La etapa discurría entre Calahorra y Burgos. La Rioja, una región en la que se vive muy bien y que no tiene nada que envidiar a zonas mucho más renombradas de Italia, ha sido tierra de paso en esta edición de la Vuelta. Esperando a la vendimia, los corredores han pasado como un vendaval por sitios tan bonitos como Nájera o Santo Domingo de la Calzada, donde el gallo canta.

Se escaparon El Malagueta, Grivko y Serafín, uno del Karpin. Pudieron disfrutar de unos paisajes maravillosos mientras el pelotón se tomaba en serio la neutralización, con Lampre y Liquigas tirando con intensidad. Mientras tanto, un compañero del gallego fugado se quejaba con aspavientos de que la moto ayudaba en la persecución, mientras el estaba por ahí delante para incordiar. Cosas del ciclismo. Como si su equipo hubiese tenido alguna oportunidad de ganar la etapa.

No la tuvo porque Oscar Freire estaba convencido de que a la tercera va la vencida. Tras ser cuarto en Toledo y el día anterior en Zaragoza, esta era la penúltima oportunidad antes de su abandono programado para hoy mismo. Su equipo y el Quick Step trabajaron a la perfección. Embalse de Uzquiza, el puente de Arlanzón y enlace con la mítica N-120 a la altura de Ibeas de Juarros, un nombre que le hizo mucha gracia a Probenecid. Me lo imagino perfectamente riéndose con el pueblo jienense de Guarromán o al oir cacaculopedopis. Por cierto: es mentira que la edad trae la madurez. Y si no, prueben a soltar las manos del manillar.

Los ciclistas entraron a mucha velocidad en las calles de Burgos. A 2 kms. para meta Bettini se marcó un relevo de aupa y sin sentarse, balas de fogueo para Boonen. El italiano sabe perfectamente que su oportunidad de repetir está hoy en Suances, donde le encantaría ganar en casa de Freire. Mira que es bonito y tiene maravillas Burgos como para que los organizadores situasen la línea de meta en la calle Vitoria de Gamonal, un sitio espantoso reflejo de los peores males del urbanismo tardofranquista. Edificios de diez plantas -¡mira que no hay terreno en Castilla!-, calles ratoneras, problemas de tráfico irresolubles. Bastó dar la curva del entronque con la N-I y allí estaba la meta, en medio de edificios atroces, tan mal trazados que parece que se caen a la calle.

Ya les digo que esta Vuelta la salva la participación. Boonen y Freire brindaron al espectador un duelo magnífico. Al belga le quedaban todavía dos lanzadores y el corredor del Rabobank iba perfectamente soldado a su rueda, hasta el punto de que en un instante se le ve dejar de pedalear, a la manera de un pistard. Cuando llega su momento, Boonen se escora vertiginosamente a la izquierda -su derecha-, arrinconando a Napolitano. Freire, en contra de lo acostumbrado, se tumba hacia el centro e inicia su remontada. Mientras el ganador por partida doble de Roubaix y Flandes machaca los pedales con violencia, el cántabro encuentra el camino despejado para una victoria no muy holgada, porque aquí nadie regala nada. Y eso, Sr. Cordero, hace todavía más bonito el triunfo de Hinault en Zaragoza, ante los mismos protagonistas.

Es la sexta victoria de Freire esta temporada. Dos etapas de Tirreno, Gante-Wevelgem, etapa en la Vuelta a Suiza y etapa en el Tour. También ganó el maillot verde, que no es una victoria. Aquí no hay victorias de paja. Es la primera vez que gana dos etapas en dos grandes vueltas en una misma temporada. Es uno de los corredores más valiosos del pelotón. En La Revuelta, con Samuel Sánchez de invitado, el ovetense dijo que en el Mundial -en poco más de 15 días- todos estarán con Freire. No está mal que lo diga el responsable directo de la chapuza del año pasado en Stuttgart, un corredor encantado de conocerse y al que el Katyusha ha ofrecido 900.000 euros por temporada. El circuito de Varese está hecho a medida de Freire. Da igual que Bettini gane hoy en Suances: Freire ya ha ganado dos Mundiales en Italia. Y va a por el siguiente en la lista.
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El Quick Step acaba de anunciar el fichaje de Schumacher. Me pregunto en que equipo va a acabar Bettini para el próximo año. O si cumplirá su amenaza de dejar el ciclismo.