Y Piepoli voló sobre Génova

Ayer se vivió una bonita etapa del Giro de Italia. Bonita no, preciosa. No era estrictamente una etapa de alta montaña de esas de sierra de dientes, aunque el puerto final fuese duro y largo. La dureza la puso la distancia (250 kms.), que se disputaba al lado del mar con todo lo que eso lleva de humedad, y con bastante calor. Ganó Piepoli, el corredor que cuando corría en iBanesto.com no valía para grandes vueltas y que desde que está en Saunier ha ganado 4 etapas en estas carreras.

La etapa salió de Camaiore y se adentró en Liguria por uno de los escaparates-marco del turismo en Italia, la zona de le Cinque Terre. Es una zona de acantilados a pico sobre el mar donde, de manera caprichosa, se formaron una serie de pueblos de pescadores encaramados sobre los farallones de roca. Esta vez Pavel Brutt no fue escapado para disfrutar del paisaje como hizo en San Remo o en la Costa Amalfitana (bastante calentón se pegó el día del triunfo de Arvesen), aunque lo intentó con un ataque en el km. 30. Un listo, ya les digo. La escapada del día se formó en Vernazza y pudo afrontar en solitario el camino al inexistente entroterra ligur, compuesto básicamente por montañas, montañas y montañas, la de ayer con el nombre de Paso del Biscia, no muy lejos del famoso Paso del Bocco donde Berzin voló en el Giro 94.

Descenso comandado por Hincapié (es un placer verlo bajar) y de nuevo a devorar Aurelia, pasando por Rapallo, la ciudad-balneario que en los años veinte vió firmar en su encantador y majestuoso hotel el acuerdo de paz entre Rusia y Alemania, pasado a la historia de la relaciones internacionales como el Tratado de Rapallo. La carretera era relativamente llana, muy parecida a la de la San Remo, de tal manera que a la altura de los primeros arrabales de Génova los escapados apenas tenían 2´ de ventaja. De haber llegado a Génova ciudad, como se hizo en el año 2000 con victoria del mayor de los Galdeano, la etapa hubiese sido suya, pero no era el caso.

Génova es una ciudad que crece como una mancha semicircular rodeada de altas y empinadas montañas, y cuya circulación interna es caótica cualquier día. La experiencia de hace siete años ya causó un montón de problemas, por lo que este año han decidido sacar la carrera fuera de la ciudad. Primero, subida al bosque de Campi y posterior bajada al gran valle del río, para después subir al Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, pasando bien cerquita de Bolzanetto, un barrio-tótem de la degradación urbana, la miseria y la desesperación. La escapada fue neutralizada al poco de empezar la última cumbre, con un Wegelius que vuelve por sus fueros.

Se preveía un ataque de Di Luca, pero no tan pronto. Quedaban 5 kms. para meta y el italiano nunca ha hecho esa distancia en solitario hasta meta. Fue un error, porque después le faltaron fuerzas para ir detrás de Piepoli cuando realizó el ataque decisivo, aprovechando el doble marcaje a Simoni y Piepoli. Y atención con Mayo, que ayer subió muy bien y para la tercera semana completará un poker de escaladores amarillos que inundará las pendientes. La nueva magila rosa es el veteranísimo Andrea Noé, corredor que ya disfrutó de este privilegio en 1998 enrolado en el Asics de Bettini y Bartoli (con gran bronca de este) y que en enero hizo unas interesantes declaraciones recogidas en su momento en este suelto, que adquiere renovada vigencia: "Uno que dice que no ha tomado ni una aspirina. Bueno, una sí: en el año 2000. Y que por eso sigue corriendo con 38 años. Vivir para ver. Y eso que estaba en el Mapei-apisonadora del 95 y 96. Habrá que leer en clave eso de la aspirina del 2000....¡osti tu, que acabó cuarto en aquel Giro!. ¡Menuda aspirina!"
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En la Volta a Cataluña un bonito final de etapa con curvas reviradas -afortunadamente no en el último km.- y un maravilloso sprint de Cavendish, el joven británico de 21 años que gana su primera prueba ProTour. En la lid se cayó Markus Zberg, afortunadamente sin consecuencias graves para él ni para el pelotón, algo casi milagroso porque se produjo en las posiciones delanteras. Resultaba incluso mordaz oir a su hermano Beat preguntándole en riguroso sweizerdeütsch si estaba bien, mientras su hermano menor todavía estaba conmocionado por la caída. Por eso del puestómetro el nuevo líder es Imanol Erviti, un navarro con cara de vasco de manual, quitando ese privilegio a Karpets. El ruso de hielo había protagonizado una espectacular no-entrevista en la salida, todo con monosílabos: desahuciado el periodista, acabó diciendo "un hombre parco en palabras, pero que habla con su pedaleo". Solo ahí se le vió sonreir.
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Hace un año, tal día como hoy, empezó la Operación Puerto. Algunos periódicos ya adelantaban el aniversario ayer. Yo no tengo nada que decir, que lo digan ellos que con tantos medios y tanto ahínco han puesto sus recursos para informar a sus lectores y ayudar a desentrañar la madeja: ahora nos vende la exclusiva de Bartoli como Sansone, pero sin citarlo ¿Por qué será que los aniversarios son siempre el refugio de los que quieren limpiar sus propias conciencias? Y pensar en los aniversarios que se celebran por ahí...