Oscar Freire volaba en abril. Ganó la Flecha del Brabante (segunda victoria española en una clásica del norte en toda la historia), hizo quinto en una carrera tan poco apta como la Flecha Valona y…llegó la lesión. Tras tomar la salida en las dos primeras etapas de la Vuelta a Suiza, el tricampeón del mundo no ha vuelto a competir. Más de seis meses. En este tiempo no se ha prodigado mucho en entrevistas, a pesar de haber sido el corredor español más laureado de la temporada 2005. Rumores de que su recuperación no iba tan bien como lo previsto, habladurías sobre si Manolo Saiz había pedido a golpe de talonario “los mejores médicos del mundo” (los del Rabobank, al parecer) y un equipo naranja que jubila a Dekker la misma temporada en la que ficha a Flecha.
Y Freire en su línea, claro. Interrogado en el diario As sobre su estado de forma para la Vuelta a Mallorca, donde siempre suele mojar, se quita peso de encima al mismo tiempo que afirma que se probará “porque el nivel de los sprints es más bajo”. Eso es clase. Corredores como Freire tienen que hacer eso, forzar la victoria aunque sus objetivos y su forma estén muy lejos. Se lamentaba el gran Michele Bartoli, una vez retirado, de que podía haber conseguido más victorias (en cuanto a número, no calidad) que sus exiguas cuarenta. No parece que sea la mentalidad de Freire: se ve ganando hasta el 2009 (Mundiales en Treviso), con 33 años. ¿Y eso? “porque por lesiones apenas llevo 300 días de competición en mis años de profesional”. Bien mirado, Zabel gana la Paris-Tours con 35 años, y eso que compite en todas las carreras posibles.
Quizás lo que más sorprende de la entrevista, una vez habituados a la franqueza de la que siempre ha hecho gala el cántabro, es que se marque como objetivo en la temporada el maillot verde del Tour. Además de la cantinela de “las clásicas y el Mundial”, Freire introduce una novedad en su programa. Y parece haber hecho las cuentas. En 2002 debutó en el Tour con victoria (primera vez desde 1980 –triunfo de Jan Raas- que un campeón del mundo en cargo ganaba una etapa) e hizo un 2º puesto y un 5º. Abandonó antes de la montaña por las consecuencias de una caída. Al año siguiente, con el Rabobank, fue obligado a correr y acabar la carrera, aunque su forma distaba mucho de ser la que exige el Tour: aún así, fue 3º en la tercera etapa. Desde entonces, ve el Tour por televisión por culpa de las lesiones.
Yo creo en Freire con el maillot verde, y voy a tratar de explicarme. Freire no es Petacchi o Cipollini. No es un plurivittorioso como los italianos, aunque su trayectoria en el Campeonato del Mundo o en la última Tirreno-Adriático pueden llevar a pensar lo contrario. En cambio, si que es un corredor que puede sumar muchos buenos puestos seguidos, y eso es clave para hacerse con el maillot PMU de la regularidad. Incluso sin ganar ni una sola etapa, como han hecho Zabel, O´Grady y Hushvod. Y me voy a referir a las últimas participaciones de Freire en la Vuelta a España, que a nivel de sprints es una buena referencia. En 2001, dos segundos puestos y un cuarto, para después abandonar; 2002, un cuarto y abandono; en 2003 no participó por el desgaste del Tour; y en 2004 cuatro terceros puestos y un cuarto antes de abandonar en la primera etapa de montaña.
Por supuesto que ante estos datos cualquiera de los buenos aficionados que leen este modesto blog puede argumentar que Freire abandonará en el Tour, como ha hecho siempre en la Vuelta a España. Puede ser, pero el tricampeón del mundo evitaba la montaña de la carrera española porque le interesaba preparar el Campeonato del Mundo. De hecho, era dejar la carrera española y lograr buenos puestos o victorias en otras pruebas como el Giro di Lucca o la Paris-Tours, además de en su carrera favorita. Lo que he querido argumentar es que si Freire se propone el maillot verde, tanto Hushvod como McEwen (O´Grady ya ha anunciado que este año se dedicará en exclusiva a las clásicas: gajes de fichar por el CSC de Basso) tienen motivos para preocuparse. Y digo motivos en plural porque Boonen también quiere subir al podio de París con un honor que no cuenta como victoria profesional, pero que en los últimos años ha adquirido un protagonismo inusitado. Que no les afecte la maldición del Campeón del Mundo.
19 enero, 2006
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6 comentarios:
Pues a mí el maillot verde me resbala. No veo el sentido de sacrificar un estado de forma para conseguir algo que no es ni victoria.
Pues si, la verdad es que tienes razon. No me explico como he cogido con tanto entusiasmo la noticia. Sera por el mono de que empiece la temporada...en Austrialia Carlos Barredo ha ganado la etapa del Down Under, escapandose.
La verdad es que este corredor me encanta y se tiene bien merecida la victoria. A ver como rinde en el norte este año, seguro que progresa. Por cierto, que lo del maillot verde no me lo trago.
Hombre, pues yo veo muy interesante para un corredor como Freire tener en su palmarés un maillot verde del Tour de Francia, lo que si es cierto es que se puede conseguir con mayor o menor brillantez, quiero decir que no es lo mismo ganarlo como lo hicieron, por poner un ejemplo, Freddy Maertens (8 etapas en el 76) que como lo ganó Hushovd en la última edición, rapiñando puntos en los sprints intermedios y sin dar ninguna sensación de poder ganar una etapa. Francamente, estar en el podio de los Campos Elíseos siempre es un buen punto, además de que ganar el maillot verde, salvo alguna excepción, suele conllevar el triunfo en al menos una etapa. A mí si me gustaría ver al cántabro luchando por ese maillot y a poder ser que su nombre figure junto a los del propio Maertens, Kelly, Vanderaerden, Abdoujaparov, Jalabert, Zabel... A ver si para variar este año no falta la salud.
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Felicitaciones a Carlos Barredo por este triunfo en esa carrera tan alocada e interesante que es el Down & Under, si hay un ciclista que ataca ese es el asturiano y a mi me gusta que los que lo intentan tengan premio de vez en cuando, esperemos que sea un adelanto de lo que puede ser su primavera en las clásicas. Para terminar con la carrera australiana, decir que esta madrugada se decidirá en la ascensión al Willunga Hill en lo que se presenta como un mano a mano entrel el local Simon Gerrans y el murciano Luis L. Sánchez.
A mí me parece muy bien la idea del maillot verde, que es una forma de subir al podio, ganar dinero y hacer publicidad. Además, aunque no cuente como victoria profesional, se aparece en todos los cuadros de honor del tour. Otra cosa es planificar la temporada en función de eso, pero si va al tour, ¿por qué no resistir?
A ver si así cunde el ejemplo y algún corredor español se pone a luchar por la montaña de giro y tour, que daba vergüenza ver cómo cada año se lo regalaban a Virenque. Gárate se lo marcó el año pasado como objetivo pero no fue muy realista (decía que era al menos una forma de mantener la motivación).
Gracias por vuestros comentarios. Al final L.L Sanchez no pudo repetir el exito, pero al menos han dado batalla.
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