David Millar es el último protagonista –hasta el momento- en la serie de entrevistas del diario As a corredores ciclistas. Siempre he tenido al inglés como un ejemplo de testimonio directo y nítido del dopaje, e incluso de coherencia. Error. Fue un tramposo y un mentiroso y demuestra que lo sigue siendo. Porque no hay nada peor que relatar una farsa que no resiste la más mínima comprobación con los hechos. Fichado por el Saunier Duval, no podrá debutar hasta el 23 de junio en competición oficial, pero Matxin ya le ha prometido una plaza fija en el Tour. Como el honor no se lo ha ganado en la carretera, estamos ante un claro fichaje “mediático” que haría sonrojar al mismísimo Florentino Pérez. Supongo que los responsables del equipo cántabro habrán sopesado los pros y contras, pero la entrevista de ayer deja muy mal parada a la casa.
Como reconoce de entrada, no tenía ninguna oferta, pero Kiko García (ex-profesional de la ONCE, olímpico en Barcelona) lo vendió a Matxin. Demuestra un gran resentimiento: “Los equipos franceses no se han interesado por mí y yo tampoco estoy interesado en ellos. No me gusta su mentalidad. Piensan más como una empresa, que como un equipo. Les falta pasión por el ciclismo”. ¡Y lo dice el corredor que se hizo “grande” en el Cofidis! Mientras el patrocinador retiraba el equipo de las carreras en pleno abril –lo que costó que Astarloa entrase en su ciclo sin fin-, mientras caían los polacos de medio pelo, el bueno de Millar nos vendía la moto de que iba a por el Tour. Tuvo que ser por la delación de Gaumont por la que cantase. Y ahí el llamado “caso Cofidis” entró en barrena. Pillaron al traficante Lelli (que ha ganado un juicio por despido improcendente a su equipo) y el está pagando su pena. Dos años dan para pensar mucho, pero resulta que ha salido un líder mesiánico con tres objetivos: “Competir sin ayuda externa, transformarme en un icono del ciclismo limpio y que mi caso sirva de ejemplo a la gente joven”. Vamos, un Jesucristo resucitado que después de pasar por la crufixión se apresta a expandir su verbo por el mundillo ciclista. Dios nos coja confesados, nunca mejor dicho.
Millar, cuando iba dopado hasta las cejas, no pasaba con los primeros ni un puerto de tercera. Con 29 años, perdidos sus “mejores años fisiológicos” como afirma plañideramente Josu Garai en Marca (más que una entrevista, una rueda de prensa), ¿qué podemos esperar de un corredor que afirma querer servir de ejemplo? Pues que cuando se vea que no anda, servirá de ejemplo justo para lo contrario: que sólo con las jeringuillas de Jesús Losa se puede tener la peregrina idea de “subir al podio de una grande”. David Millar ya servía como ejemplo de la lucha contra el dopaje. Si, porque confesó, pero ahora dice haber “sufrido” interrogatorios durante dos días, “y no voy a negar que hubo presión policial, pero al final fue una decisión propia”. ¡Y tanto! Con varios testimonios en su contra, con su médico personal interrogado y con las jeringuillas con resto de EPO dentro de un libro hueco en su casa de Biarritz, como para no cantar. Pero no, no es todo esto lo que lleva al cabreo con el caradura de Millar...en la farsa-entrevista del Marca, afirma que “algunas victorias las obtuvo con doping, otras no”. ¿Y se creen ustedes que el periodista le pregunta cúales? Ni por eso.
Yo ya no creo nada de lo que diga este vividor, uno de los ciclistas que más ha intentado explotar su imagen pública y que cuenta con menos base para hacerlo. Recuerden: nacido en Malta, residente en Hong-Kong durante un tiempo, entrenamientos en Central Park, su madre le apoyaba (“It´s Millar time!”) y salía muy bien parado del libro-hagiografía que Lance Armstrong se autodedicó con su quinto Tour, probablemente por su buena campaña de autobombo. Se destapa para el gran público con su victoria en el prólogo del Tour del 2000. Tras un rutilante 2001 con ocho victorias y 16º en la clasificación UCI, en el 2002 se despeña hasta el puesto 115º con una sola victoria, una etapa del Tour, carrera que finaliza a dos horas del vencedor en el nada glorioso puesto 68º. No hubo lesiones ni nada: compitió durante todo el año, y en la Vuelta abandonó tras el gesto quijotesco de cruzar la línea de meta en el Angliru. En 2003 mejora hasta el puesto 20º de la UCI, seis victorias incluyendo el Campeonato del Mundo CRI del que luego será desposeido, pero en el Tour estancado: 55º a una hora y cincuenta y cuatro minutos de Armstrong. Haciendo caso a sus declaraciones (“bajo presión policial”), se empezó a dopar para “preparar la Vuelta 2003”, pero ya lo había hecho antes. ¿Cúando? Nadie se lo pregunta. Bueno, pues a mì sus altibajos de forma y resultados me obligan a pensar que se ha dopado siempre. Y con 29 años no es que haya pasado “su mejor momento fisiológico” (menuda suposición) sino que su “It´s Millar time” ya suena a cansino y rancio, tanto como su nuevo papel de cruzado por la pureza.
26 enero, 2006
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9 comentarios:
Empieza usted la temporada con un humor de perros, sr. Sergio
Sinceramente tampoco entiendo cual es tu posición ante el doping en el ciclismo, ya que por un lado veo un crítica despiada hacia algunos (Ej Millar), dudas e ironias con otros (Ej Valverde) y sin embargo infinita admiración libre de toda sospecha a otros (Ej Boonen)
Ponías en otro post que Boonen está limpio porque gana mucho y pasa muchos controles (o al menos eso entendi), y no termino de comprender porque vale esto para Boonen y no para Valverde que ha ganado bastantes carreras (menores, pero carreras).
Pues yo estoy totalmente de acuerdo con los comentarios expuestos por Sergio... precísamente cuando se tocan estos temas es donde se puede entrever una parte de la realidad que en ningún medio quieren reconocer.
En efecto, hay muchos corredores tramposos, no sólo los que en este blog aparecen, pero los que aquí lo hacen por ese motivo lo merecen de sobras y se lo han buscado ellos.
Más caña les tendríamos que dar los aficionados, a ver si por lo menos se les cayera la cara de verguenza...
Yo estoy de acuerdo con Ballerini y Batra, creo que no tratas de la misma forma a todos los corredores y te dejas llevar por las simpatías en el tema del dopaje. Lo que dice Batra de Boonen y tu razonamiento en el post anterior, creo que tiene toda la razón, corredores como Valverde o incluso Armstrong también pasan muchísimos controles y esto no te sirve para mostrarlos limpios de toda sospecha como sí haces con Boonen. Hay que ser más ecuánimes, pero también es verdad que es tu blog (por cierto bastante bueno) y escribes desde tu punto de vista.
Venga, 1 saludo
Tomo nota de vuestras criticas. Mi vision sobre el doping ha cambiado desde lo de Roberto Heras: que un corredor vaya a ganar una gran Vuelta por etapas y tenga la ambicion de disputar una crono a 56 km/h porque le sale de las narices ha hecho que me cambie la opinion. Si Roberto Heras se dopa, no existe mucha esperanza.
En todo caso, si que me noto muy alterado en mis opiniones. Ojala sigais visitando este modesto blog, a pesar de las discrepancias. Intentare edulcorarme.
Yo tengo una pregunta para Ballerini. Creo recordar, por otros de tus comentarios, que has sido ciclista aficionado. Y dices que en el ciclismo el dopaje está generalizado, y si lo dices tú que has estado dentro me lo creo. Pero, ¿cómo lo sabes? Es decir ¿en tu equipo el director o el médico os decía que os metiérais? Porque yo, como aficionado y simple practicante, no alcanzo a entender cómo si el tema está generalizado no se caen muertos en la carretera el 90% de los ciclistas. Es una pregunta desde mi ignorancia al no estar metido nunca en ningún equipo. Gracias.
Yo estoy de acuerdo en que desde lo de Heras es cada vez más dificil mirar para otro lado y buscar pretextos. Fué un tema tan sangrante y tan clarificador como se daban cremita el corredor y el equipo que es dificil no creer que el doping está generalizado. Yo ya no doy un duro por ningún corredor. Eso si, y esta discusión ya la hubo después del campeonato del mundo de Madrid, lo de que Boonen es un genio y que Valverde es sospechosísimo no me lo trago. Aquí todos son sospechosos, de todos modos, me parece que sería buena idea hacer tabla rasa, hacernos los suecos y disfrutar casi con inocencia de la temporada que se nos avecina, ver si Valverde gana por fin una clásica y si pelea de verdad por el Tour ( yo esto lo dudo ) , ver la evolución de un superclase como Contador, ver si Boonen es más que un sprinter y un especialista en unas contadas clásicas, si Basso vence la presión de ser señalado como máximo favorito al Tour, ver como los Gómez Marchante, Pereiro y demás corredores de sangre caliente dinamitan las carreras, si Cunego da un paso adelante, como se comporta Ulrrich ahora que se ha retirado su pesadilla...en fin, disfrutemos del ciclismo, de la parte lúdica del ciclismo. Y ojalá , edulcorado o no, continue este blog, estemos o no de acuerdo la mayoría de las veces.
Hoy mismo en Diario Vasco aparece que valverde ha dicho, que ve dificil aspirar a ganar el tour
Bueno, los temas de doping son siempre los mas polemicos. Mas o menos mi linea siempre ha sido la que Pelderoke explica muy bien: disfrutar del ciclismo e intentar no sumar 2+2, porque todo huele a chamusquina...Eso si, cuando se leen entrevistas como las que he venido haciendo eco aqui (Madariaga, Mayo y Millar) ya se pasa de marron oscuro.
En cuanto al tema concreto de Menchov, siempre ha sido un tipo tranquilo y sin muchas alharacas, tanto cuando iba con el maillot amarillo como cuando segundo...eso si, el dia de Pajares dijo cosas muy raras.
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