El tratamiento cinco estrellas de Birillo

El pasado martes día 1 de mayo el prestigiosísimo diario Il Corriere della Sera publicaba bajo el titular Ho deciso io el último cambio de suerte de Ivan Basso. Como es un diario serio, muy rico y muy leído en el mundo (su sección de meteorología incluye el sudeste asiático y otros territorios remotos), un despliegue tal por un deporte como el ciclismo necesitaba de algún apoyo más que un titular falso. Documentos. Al igual que El País, que cuando publicó en exclusiva mundial los primeros papeles de la Operación Puerto también tuvo que adornar la noticia con titulares como “técnicas de origen militar” o “implicada la farmacia del ejército”, después caídos en el olvido. Como toda la investigación por parte del diario español. De todos los diarios españoles.

Así las cosas, a uno no le sorprende que un periódico como Il Corriere publique unos documentos como los reproducidos el martes. Se trata de un “fax a la (sic) atenzione (sic) di (sic) signore Kalc. C”, la paloma mensajera con bigote que iba a nutrir a los siete corredores de la cuadra de Eufemiano que disputaron el Giro 2006. Bajo este encabezamiento, en el más puro italospagnolo de Tonino Carotone (¿qué dirá Xavier G. Luque del dominio de idiomas de ese superdotado de Fuentes? Se olvidó ponerlo en su currículum lascivo), aparece encartado un grazie y después tres columnas. En la primera, los días clave para los chutes, que empezaban el 29 de abril, a una semana del prólogo, y continuaban el día 2, el 5, el 7, el 10, el 17 y el 20; en la segunda, bajo en nombre Squadra, la mierda y la mandanga para chutarse, ponerse como parche o esnifar: Albumina (para diluir la sangre), Actovegym, hormona del crecimiento y testosterona; y la tercera columna, ojito, era exclusiva para “i (sic) due”, para Ivan Birillo Basso.

Es lo que tiene pagar 50.000 euros solo por el asesoramiento cinco estrellas del Dr. Fuentes. Las vitaminas se abonan aparte, como los demás, pero tienes una columna para tí solo. Para sacar nueve minutos al segundo, igual de drogado que tú o más, pero que no tiene el tratamiento king-size. El día 29 Basso no tenía que tomar nada. O a lo mejor era ya tan experto como Marcos Alcalde Serrano y la ya mítica anotación del Dr. Fuentes al lado de su nombre: “el ya sabe”. El resto de los días, 1.000 unidades de EPO (¿no lo sabía el equipo? ¿no lo sabía el compañero de habitación? ¿se iba a chutar a un baño, como el adolescente que se va a pajear a escondidas?) y drogas muy variadas, complementadas con el Actovegym del día antes de la montaña final. Muy bien. ¿Dónde está la sangre?

La sangre está en el otro fax reproducido (este ya se conocía), enviado el 15 de abril a las 18:18 a Kalc. Es muy simple. Son las etapas del Giro con las indicaciones necesarias para cada día de droga. Para que no haya errores entre “etapa” y “día”. Ya saben: “uhm, hoy llegamos a Peschici (décima etapa), me toca chutarme insulina combinada con Tgn, un tipo de cortisona para administrar en dosis bajas. Y una buena bolsa”. Y así aparece en el papel. Al día siguiente, día de descanso, para que no pase lo del Stelvio en el 2005. La siguiente bolsa criogenizada vendría con la etapa número 15, entre Mergozzo y Brescia, un llano llanísimo, para que no haya ningún problema. Il giorno dopo, alta montaña. Y tanto que lo fue: mientras Basso se exhibía ultrahumanamente en el Bondone, en España empezaba la Operación Puerto.

Tras negar todo esto (ojo, publicado por Il Corriere hace más de una semana), Basso admitió ayer estar en la Operación Puerto. Como el martes día 2 el CONI le dijo lo que había, el siniestro italiano se lo ha pensado mejor y ha optado por colaborar. Una enésima solución a la italiana. Basso ya tuvo la oportunidad de colaborar, y no lo hizo. Ahora, acosado ante las pruebas, admite subrepticiamente que compitió (y ganó) en el Giro 2006 completamente dopado: pues que se lo quiten, como se hizo con Millar. ¿Reducción de pena por colaborar? Simeoni ya se acogió a esa figura jurídica y fue maltratado y humillado por el pelotón, significativamente por Armstrong. Basso lo que busca es poder volver a competir dentro de un año. A cambio, nosotros tenemos que creer que va a cantar. Que va a cantar un mentiroso profesional, el mismo que entró en meta con la foto de su hijo (¡mira que hay que ser desgraciado y gañán!). Que va a contar todo lo que sabe. ¡Ja!. Antes de que la UCI trague con esta ragnatela típicamente italiana, que se aseguren que: 1) Que le hagan de todas formas la prueba del ADN, que ya le veo dentro de un tiempo diciendo que colaboró por las presiones, pero que la sangre no era suya; 2) le quitan el Giro; 3) dos años de sanción (ya se habla de que podrá salir en el Giro 2008); 4) mínimo otro año fuera del ProTour. Y después, que cuente lo que quiera.

Ante tanta mentira, ante tanta ocultación con la Operación Puerto (¿dónde está Arribas? ¿siguiendo el triatlón de Gómez Noya? Pásmense: hoy escribe que Basso ya quiso colaborar en junio, jajajajaja), a veces se confunden los papeles. Basso colabora, y parece que hay que aplaudirle. Un cuerno. Aquí las condiciones no las ponen los tramposos, las pone la justicia deportiva. Y a partir de ahí, que empiece por explicar que le pasó el 21 de mayo de 2005, camino de Ortisei; si en la temporada 2004 también se chutó sangre de extraños, como sus compañeros de arcón congelador Hamilton y S. Pérez. Y si ganó el Giro 2006 drogado, ¿cómo pensaba ganar el Giro 2007?.
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No se pierdan el titular. Es demasiado bueno, jamás alcanzaré esa finezza. Mientras tanto, Urraburu se las ingenia para no comentar que ayer Koldo Gil esprintó para ganar la última etapa de la Vuelta a Asturias en Oviedo...otro que tiene miedo de estar disputando su última carrera.
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(Actualización de las 11:40) En el Marca impreso (una página, no más) Garai esparce comillas variadas para combinar con las palabras delito, culpable y dopaje. Son sus formas. También da espacio a la RFEC, que sigue echando capotes a Valv. (Piti). Lo peor de todo es que se apuntan a la moda de reproducir documentos, en el esta caso el famoso fax del Suddeustche Zeitung de agosto, que no aporta nada. Casi, casi como Il Corriere y el documento que centra el post de hoy. ¿Lo más paradojico? Que Marca pertenece a Il Corriere. También hay tratamientos A, B y C en el periodismo.