Vivir para contarlo

Llegado el momento -hacia mediados de marzo- ya sabremos todo sobre la audiencia del TAS en la causa Valverde vs. CONI. El Tribunal de Arbitraje deportivo cuelga los documentos en la red y son muy detallados de toda la vista, sirva este ejemplo de Gusev. Hasta entonces, todo es rumorología interesada por ambas partes.

Lo que no lo es que el diario Público, de la mano del imprevisto Romo, haya ido a entrevistar directamente a uno de los llamados a testificar. Hemos llegado a tal nivel de paroxismo que nos tenemos que maravillar que un medio haga su trabajo: en vez de rumorología, ir a preguntar directamente a alguien que estuvo dentro. Y en el caso de Jesús Manzano estuvo dentro antes, durante y después. Las razones por las que otros medios no lo han hecho están a la vista de todos.

Realmente no dice nada nuevo, pero quizás lo dice con más claridad. Si antes era "no creo que corriese a base de lechuga" ahora ha pasado a ser el testimonio directo de lo que el vio y conoció desde dentro. ¿Por qué ahora? Simplemente porque estaba esperando el órgano adecuado y el momento adecuado. Cuando dio su testimonio pionero, el lejano 2004, los tribunales nacionales desestimaron su denuncia, a pesar de todas las pruebas aportadas, que van más allá del simple (¿simple?) testimonio. Ha tenido que ser un órgano extranjero el que siguiese adelante con el caso, para vergüenza de todos. Aquí se intentó de todo para que Manzano callase, aunque después fue desmentido por ambas partes.

Queda pendiente, y digo como demérito de este modestísimo blog, la labor de buceo entre cómo recibieron nuestros cronistas patrios la monumental tirada de la manta de Manzano en 2004. Algún día. De momento, sepan que en se intentó de todo incluye todo, sin ningún tapujo. Hasta la indecencia, y eso que ya habían pasado años. Algo tenía Manzano que preocupaba a los que sacan sus habichuelas de esta gran carpa de cartón-piedra que es el ciclismo: como es un hombre sin esperanza, es un hombre sin miedo.

Según Manzano, en la vista del TAS había unas 25 personas, incluyendo cinco abogados de la parte de Valverde. A este respecto, comentar que la Gazzetta publicó el viernes que tal despliegue le ha costado al murciano 700.000 euros; al día siguiente, réplica del abogado Federico Cecconi -el que no pudo evitar la sanción del CONI- diciendo que no iba a entrar en el tema, pero sin decir ni si, ni no. Sólo recurrir al TAS cuesta 50.000 euros (lo dijo Da Ros como argumento para buscarse otra cosa), y a partir de ahí pónganse a sumar. Cinco abogados para acabar argumentando sobre si el perro se llamaba así o asa.

Manzano afirma que en el Kelme de 2002 y 2003 se dopaban todos menos Cuenca. Como de momento todo lo que ha dicho este ex-ciclista se ha ido confirmando, viene bien poner estos enlaces a la plantilla de esos años. "Los ciclistas no saben administrarse las sustancias. Siempre hay un médico que te o da, que te asesora, que te marca unas pautas. Muy pocos obran por su cuenta". Hombre, sabemos de uno al que Eufemiano, en su famosas anotaciones, ponía "el ya sabe", pero eso es algo que se gana con el tiempo. Desde luego, sería tirar piedras contra su propio negocio: mejor que dependan de tí.

Desmiente cualquier insidia personal contra Valverde -muy importante de cara al juicio- y dice algo que todos intuimos hace tiempo: "Él debería haberlo reconocido, no pasa nada, aquello era un dopaje organizado, si te negabas ibas a la puta calle. Si hubiera confesado, le rebajaban la sanción, un año sin competir y ya está". Y aquí llegamos a uno de los temas clave: ¿quien ha asesorado tan mal a Valverde para que emprendiese esta loca huida hacia delante? ¿quien le había asegurado que jamás saldría el ADN? ¿quien le sigue dando esperanzas una vez que esa prueba irrefutable está en manos de autoridades que sí tienen intención de sancionar y no de barrer bajo la alfombra? 700.000 euros. Lo dice la Gazzetta, no yo.

El resto de la entrevista no tiene mucho interés, salvo la que siempre tiene leer a Manzano. Desvinculado del ciclismo -alguna gente se rie de su actual profesión: es sólo otra bajeza más-, habla con la libertad que le da el no esperar nada de un mundo del que se desvinculó muy joven, con 25 años. El valor de Manzano está en su testimonio: en que sobreviviese a todo y que esté dispuesto a contarlo. También ante el TAS y a la cara de los cinco abogados de Valverde. No se suele estilar mucho en estos tiempos, pero es justo decirlo: gracias Jesús, sin ti nada de esto hubiese sido posible.
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¿Diciendo lo contrario de lo que acababan de decir sus abogados? Las desventajas de no estar presente, sino en las antípodas. Garai (que dice que Manzano ha ido con mujer e hija a Lausanne "gratis total", básicamente como el mismo a Cancún) ya empieza a verle las orejas al lobo con el articulo 366 de la UCI, la que hace extensible las penas dictadas por organismos locales.
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El otro día el Marca publicaba que el Madrid quiere tramitar la invalidez de De la Red. Vamos, que es la empresa la que declara que tiene un empleado inválido para quitárselo de encima. Al día siguiente remachaban con un "13 cardiólogos están de acuerdo". Dicen que el futbolista no está de acuerdo, y que el club también ha pasado a la plantilla un "seguro" para que lo firmen. Algunos jugadores no han firmado, aunque no se conocen las causas. Soldaditos que sois.
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El invierno ciclista es muy largo y la Gazzetta dello Sport nos entretiene de una manera típicamente italiana: con los piques entre gallitos. El otro día entrevistaban al italianizado Cavendish y, sin venir a cuento, llamaba parásito a Riccò. Acto seguido, el períodico rosa -en estos casos más que nunca- se iba derechito a por Il Cobra, a ver que lindezas podría decir. Al primer envita no entra; entonces el periodista coprófago le dice que en Procycling el británico ha dicho que cuando lo vuelva a ver "tendré que vencer la tentación de bajarme de la bici y golpearle", pero Riccò sigue sin entrar al trapo. Vaya, una pena, porque era una de sus mejores cualidades, y siempre habrá que recordar aquel antológico nella spiaggia di Madrid. En todo caso, a ver si comienza ya la temporada.
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El idioma es lo de menos. Además, se nota que ha mejorado y es de agradecer. Se puede decir que es el primer campeón español de ciclismo que habla inglés. Con sus más y su menos, sí, pero lo habla. Lo que es más cutre, pero cutre de verdad, es la cámara yendo y viniendo. O los asientos. O el periodista y sus pintas. O la iluminación. Este es el rostro que presentamos al mundo.
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Sobre blogs.
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Kessler, de 30 años y sin equipo a pesar de haber cumplido su sanción por dopaje hace ya un año, se cae en Mallorca entrenando con Klöden. Está en coma farmacológico y no se teme por su vida. Al parecer, iba sin casco. Debe ser que cuando te acostumbras a saltarte las leyes, ya te da igual todo. ¿El casco? Eso es de pichaflojas y globeros. Por cierto, igual que se está empezando a cobrar a ciudadanos imprudentes que se adentran en la montaña con chanclas y después hay que movilizar un helicóptero para rescatarlos, propongo que los gastos médicos de otros kessler que puedan surgir los paguen de su bolsillo. Una cosa son los accidentes, otra las imprudencias y otra la estupidez. No se que pensará Pedro Delgado -tan activo en la nueva Ley de Seguridad Vial y en lo relativo a ciclistas- sobre esta propuesta. Claro, tanto vender que el ciclista "está indefenso" y toparse con la cruda realidad que, para una defensa que tiene, hay algunos que se la pasan por el forro. Y lo tenemos que pagar entre todos. Una hipocresía más del ciclismo.
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Sigue el culebrón Bani. En el número del sábado de la Gazzetta, el padre admite que "sólo ahora he sabido que las inyecciones intravenosas están prohibidas". Lástima que el desconocimiento de la Ley no exima de su cumpliento. También que su hijo recibe numerosas amenazas. Ha vuelto a pasar por el CONI a explicar mejor eso de su ex-compañero que se desvaneció dos veces en plena carrera.
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(Sobre la primera línea del artículo) A mí la primera imagen de Horrillo que me viene a la cabeza es la de sus victorias, el maravilloso lanzamiento del sprint de la Gante-Wevelgem 2008 para Freire y tantos otros recuerdos vinculados a su profesión. A los pocos días el inefable Gómez Peña se apunta al carro. Fíjense en la preguntas-haiku, casi del nivel de Jesús Quintero.
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Y es que en el último número de la revista decana hay un artículo donde devuelven al ermuatarra al lugar de los autos. Estaba todo cubierto de nieve y no salió como querían, pero muchos otros medios se han hecho eco del reportaje, un hecho inaudito para la revista. Normal: el resto de contenidos son portada y artículo para Pedro Delgado (increíble, debe ser que ya sólo quedan aficionados de esa época), una entrevista a Txente, un editorial escrito sin orden y saltando a la comba y las típicas bizarrías de esta revista. Nunca hay nada que se pueda aprovechar. "Coño, si le quitas el celofán a la revista, no lo dejes por ahí" "Disculpa, es por si se la lleva algún cliente" "¡Déjate de coñas!".