Se supone difícil la transición de astro del pedal a ciudadano corriente, aunque la carrera haya estado plagada de éxitos. Coppi seguía corriendo exhibiciones y arrastrando su leyenda cuando una enfermedad tropical se lo llevó por delante (como todo desaparecido italiano que se precie, hay misterio en torno a su muerte); Anquetil se desvinculó totalmente de su estela y se refugió con su bella rubia en una villa de ensueño antes de que el cáncer le consumiese; Eddy Merckx colgó la bicicleta con 30 años y una próspera empresa con su propio nombre le tuvo bien ocupado mientras amasaba kilos y millones; Hinault tardó pocos años en vincularse con la empresa organizadora del Tour, donde ejerce de Di Stefano rejuvenecido; e Indurain transita su madurez entre cargos testimoniales y variados como el COE, el jurado de los Príncipe de Asturias y la UCI, tras unos años de completa desvinculación. ¿Y Armstrong?
Armstrong es humorista. Si, como lo oyen. Pasea su popularidad fruto del binomio campeón-cáncer por los más populares talk-shows americanos, mientras rumia su rencor ante el enésimo rapapolvo del Tour en la presentación de la edición 2006 (todos los comentarios en el anterior post). Una de sus últimas actuaciones ha sido dejarse perseguir por un payaso que se hacía pasar por francés (ya saben: acento nasal, comer paté y leer a Rousseau dan la combinación perfecta) y que estaba interesado en hacerse con una muestra de su orina al grito de “J´acusse”. El espectáculo de latrocinio público que está ejerciendo el Tour con Lance Armstrong una vez que se ha retirado no tiene nombre, desde la revelación de su doping con EPO en 1999 una vez que acabó la edición de 2005 (cuando se tenían los datos desde la primavera de ese año) hasta la supuesta investigación de todas las muestras congeladas del heptacampeón americano, pero tampoco es de recibo que cada semana tengamos noticia del último numero circense del hombre que derrotó a su destino y que ahora parece cebarse en su propia condición de sospechoso. La historia va para largo, en estos largos meses sin competición estaré atento: acabará formando pareja en plan Tip y Coll con Ekimov, el simpático ruso que seguirá un año más en el equipo, hasta cumplir los 40. ¿Adivinan quién recibirá las bofetadas cariñosas que tan bien captó Alex de la Iglesia en “Muertos de Risa”?
Como ejemplo de que la mala transición de la vida deportiva a la de un ciudadano más no es exclusiva de Armstrong, habrá que decir que Cipollini está compitiendo en un programa de la RAI que se titula “Bailando con las estrellas”…no lo hace mal, pero su ego lleva mal no ser protagonista: hace unas semanas se encaró con un periodista que le hizo una observación sobre su carrera: “Tu eres un ignorante: mis cuarenta y dos etapas en el Giro equivalen a 120 goles en la Serie A, sólo que vosotros únicamente teneis ojos para el fútbol”. Jo, Mario, ya nos explicarás esa tabla de conversión.
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Patéticos algunos argumentos que se han atribuido a Manolo Saiz defendiendo el ProTour: “El año pasado siguieron la Paris-Niza cien periodistas y este año 185” o “Se ha podido ver la Vuelta a Suiza en 130 países”. Recordemos: la Paris-Niza se vio en España en resumenes a las tres de la mañana y si hubo mayor cobertura informativa fue porque fue la primera carrera del ProTour: que diga el impacto de la Vuelta a Polonia; y la Vuelta a Suiza, sencillamente, no se vio: yo tuve que ir a casa de un amigo con parabólica a sintonizar la nacional suiza. Y estamos hablando de España, uno de los países donde se sigue más el ciclismo
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El CSC, que ya ha ganado este año la clasificación por equipos del ProTour (batiendo al Rabobank, que ha hecho una temporada increíble), se ha reforzado bien y barato, y eso es mérito de Rijs. Acaba de cerrar una plantilla de 30 corredores, reflejo de la ambición que le anima, y las dos últimas incorporaciones son Iñigo Cuesta, por referencias de Carlos Sastre (fueron buenos compañeros en la ONCE, donde les tocó gastar fuerzas por compañeros), y Gustov, el ruso que estaba en Fassa y que algunos años ha volado en las clásicas. Rijs ha conseguido que un corredor de 36 años como Lombardi (los mismos de Cuesta) haya acabado este año Giro, Tour y Vuelta: la locura de llevarlo al Mundial ya fue consecuencia directa de Ballerini. Esperemos que logre lo mismo con el burgalés de Villarcayo, uno de los corredores con más clase y profesionalidad del pelotón.
03 noviembre, 2005
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7 comentarios:
hola, sólo queria felicitarte por el trabajo realizado durante toda la temporada. Y animo!! que ya queda poco para la proxima.
Un saludo.
Ay Dios mío. el ciclismo tocado otra vez: Roberto Heras, positivo en la pasada Vuelta. Qué pena, Dios mío, qué pena!
Una vez +, y no quiero ser pesado, hay positivos y nada de dopaje serio en Discovery. Pero esto seguirá porque la trabajo duro ahora le llaman dopaje...
PD-Lo de Pajares y las cronos, no,no era normal
Lo de Heras es un palo durísimo, es un corredor de historial intachable y que nunca fué merecedor de sospechas. Yo la verdad, ya no se que pensar...
Me dejais frio. La primera noticia la tengo por el blog. Vamos a ver que es lo que se sabe.
Que mala pinta tiene esto....
Jo, que palo, me acabo de enterar.
Dicen que se trata de un error, pero no suele haber errores en estas cosas. La estocada al ciclismo puede ser mortal... que pena.
Hola, no me digais que os sorprende que se dope. Juraria que el 90% de los ciclistas profesionales lo hacen, para no generalizar al 100%.
Es evidente, hay dinero de por medio, un patrocinador si sabe que aportando "algo mas" a sus corredores, estos serán superiores a los demás, exigiran que carguen. Si tienen corredores ganadores, su marca sera ¿¿ganadora??. Es así, y pasa en el futbol, tenis, baloncesto y en absolutamente todos los deportes profesionales. Es una doble moral, por un lado perjudica la salud de los corredores y hay que protegerlos....pero por otro lado, reporta grandes beneficios publicitarios el exito de los corredores para sus marcas. Es la realidad.
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