Saltando las vallas de la propaganda

Tu tranquila: cuando veas la valla pega un brinco.

Ayer, por fin, declaró en el juzgado de instrucción nº 24 de Madrid la supuesta mejor atleta española de la Historia. Han pasado más de 15 días desde la redada policial  en la que figura como imputada en calidad de "suministradora de sustancias dopantes". Bien sea porque la titular del juzgado estaba de baja, bien sea porque la propia imputada está en estado de buena esperanza, bien sea por la tontería, el caso es que han pasado quince-quindici-fifteen días.

Tiempo suficiente para que Marta de España haya diseñado una estrategia de defensa y lo que haya querido. Habrá que ver cómo casa esta declaración con el interrogatorio de ¡ocho! horas que pasó en el cuartelillo de la Guardia Civil de Palencia, pero bueno, por lo que se ha filtrado tampoco estuvo esa impresionante cantidad de tiempo -todo en Marta es abundante- largando por la lengua, que al parecer tuvo que llamar a su psicológo o lo que estuviese a mano para ganar tiempo. Veremos en que quedan las escuchas, grabaciones y el seguimiento de meses a una persona que, como tituló el Marca al día siguiente, se dedica a camella. Y eso lo escribió el BOE de la Edad de Oro del Deporte español -al que habrá que recurrir frecuentemente cuando se escriba la auténtica historia de esta farsa-, no yo.

Como una folcklórica, parapeteada tras unas enormes e inútiles gafas de sol en un diciembre lluvioso y plomizo en Madrid, la galga entró acompañada del siniestro abogado especializado en deporte que combina calva y perilla, a la manera mefistotélica. Ciclista muy discreto y después licenciado en Derecho, saltó a la fama como presidente de la Asociación de Corredores cuando la Operación Puerto. Sus inequívocas declaraciones le abrieron las puertas de prestigiosos y ávidos bufetes de abogados, una buena nómina de clientes con mucho dinero para gastar y, especialmente, un conocimiento profundo del medio.

¡Que nadie ose romper la confidencialidad de la relación entre abogado y cliente! ¡Lo que se dirán entre ellos! ¡Y más con uno que sabe de lo que va todo el embrollo, la mandanga, el médico "de toda la vida" y hasta la alopecia! Ya ven que con Gürtel el adicto a los flashes Baltasar Garzón le dió por grabar conversaciones de ese tipo, donde supimos realmente hasta qué punto están conchavados, a sabiendas de que jamás podrían ser utilizados como pruebas -típico en este personaje-, pero que sirvieron para ver la auténtica catadura moral de la desfachatez de este teatrillo que a veces llamamos Justicia.

Tanto por las conversaciones en sí como por la reacción de ese colectivo tan bien retratado durante siglos en sátiras, chistes, admoniciones y, ¿por qué no?, insultos. Y no sólo: en estos casos siempre sale el que, desde su columna de opinión, su almena o su pocilga,  enarbola la bandera de la igualdad, el derecho a la presunción de inocencia, el habeas corpus, que la Tierra gire en torno al Sol y que todo el mundo tiene derecho a un juicio justo, aunque se dedique a zandillear todas las pruebas, niegue las evidencias ("de mi casa no se llevaron nada", a pesar de la foto de Guardias Civiles saliendo con una CPU, una caja de cartón bastante voluminosa y botes de pastillas) y siga para delante con mucho coraje y, sobre todo, una cara de mármol palentino.

Esas son más o menos las reacciones lógicas al ver el entolno legal de la supuesta mejor atleta española de la Historia. El otro entolno, el que le ha llevado a este entorchado honorífico que a ver quien se atreve a volver a utilizar (¿es Roberto Heras el mejor corredor español de la Vuelta? ¿lo es? ¿tiene alguien la desfachatez de afirmarlo?) ha sido bien conocido a raíz de la Operación Galgo, aunque ahora no falta el que afirma que era "un secreto a voces", "nunca dejó de ser su médico" y tal y cual.

Un buen ejemplo es el que hoy ofrece, cómo no, Arribas. La primera línea es hipócrita hasta extremos difícilmente concebibles, si no fuese porque hace tiempo ("están todos, menos Valverde") que los ha superado: "Hay veces en que la corrección, la excesiva regularidad, es más sospechosa que el desorden, el caos". ¡Toma ya!, el mismo que cuando empezó el asunto solomillo se atrevió a escribir, como muestra de lo prístino e inmaculado de su amado pinteño, que su pasaporte biológico estaba "de níquel", expresión madrileñaza que combina chulería soez, arrogancia e incultura: "Y, según informa una persona que ha tenido acceso al pasaporte de Contador, es difícil que haya uno tan "irreprochable" como el suyo. Está níquel".

¡El de Contador! ¡El que tiene que tomar diariamente medicamentos contra la epilepsia! ¿Cúantas TUE tiene el también alérgico? ¿Cúantas tiene Marta Domínguez? Pues las que se quieran en cada momento: es tan sencillo como escribir sin desfachatez la tramposa frase de "según informa una persona que ha tenido acceso al pasaporte", esto es: ni siquiera lo ha visto, pero transmite la propaganda. De eso va la noticia de hoy: alguien o algo le ha hecho saber que la IAAF seguía a Puro Coraje porque sus valores eran inmaculados. Se sabe ahora, claro. Lo de la presunción de inocencia de antes. Se sabe porque ya ha caído en desgracia.

Sin salir del tema principal y caer en una digresión sobre la propaganda negra y la función que cada uno desempeña miserablemente y a la luz de cualquiera que lo quiera ver, lo de las fichas inmaculadas es una estrategia reciente en el deporte que ha tenido ya efectos-boomerang, como sabe Armstrong: en un Tour fue tercero con 38 años y medio, sin hacer entre los cuatro primeros en ninguna etapa; al año siguiente, cuando ya se sabía todo esto, se cayó y pareció que le hubiese caído encima toda la edad. De sus valores se supo poco, porque ya los había retirado de la vista. Seguro que eran de "niquel".

Siempre nos queda, en todo caso, el sentido común: ese que te dice que cinco ataques a ráfaga subiendo el Peyresourde no son muy explicables, simplemente porque no los has visto nunca tras décadas de seguir un deporte; el que te dice que con la edad del texano no puedes aspirar a ganar el Tour; el que te indica que la aventajada y marchita generación de atletas españoles está consiguiendo sus mejores resultados al final de sus carreras, como en su día hicieron el soriano Antón y el alavés Fiz, los de la consulta con Manzano. Todo eso, que lo puede ver cualquiera, insisto, permanece ignoto para el periodista común y propagandista como Arribas, que sólo cuando caen se atreve a escribir algo tan miserable como el segundo párrafo de aquí.

Para escribir eso no hace falta esperar a la IAAF o fantasmagóricos informes. Antes se esperaba por la información, pero ahora es todo propaganda. Fíjense en la foto de hoy: es una foto distribuida por la RFEA cuando la de Palencia decidió pasarse a las vallas. A su edad. Sin haber entrenado nunca en la modalidad. La excusa para su natural adaptación -campeona del mundo, señores- fue que, ya de pequeña, saltaba la piedras y los troncos del parque municipal de su pueblo. Todo el mundo la repitió y la propagó, a pesar de que era lo mismo que con Marion Jones en Sidney 2000.

La atleta de EE.UU, otra que tampoco dió nunca positivo, arañó un bronce en salto de longitud a pesar de tener una técnica y una batida penosas, de cómico. Los elogios le cayeron igual: que si su calidad, que si su potencia, que si su sonrisa y calidez. Después se supo a que se debía. Fíjense en la foto de hoy, insisto: así empezó. Y ahí llegó. ¿La técnica, que lo es todo en estas disciplinas? Para otro día. Mejor la fuerza. Y con el ruido de los aplausos y las burbujas del éxito nadie dirá nada. Puro coraje. Pura mentira y mucha, mucha propaganda.
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Steegmans, que ya tiene 30 años, vuelve al Quick Step. Se fue de su equipo de toda la vida en el 2009 para ser el sprinter del Katusha. Cuando cayeron los positivos de Pfannberger y Colom el equipo obligó a firmar una claúsula antidopaje que el flamenco considero lesiva para sus intereses: temporada a la basura y en el 2010 ficha por el RadioShack. Bruyneel, su paisano, dijo que ganaría "entre 10 y 12 carreras". Se rompió la clavícula en P-N y ha sido como si se hubiese roto el cráneo: temporada a la basura. Así, dos años después, vuelve con Lefevre. Por lo menos ha conocido mundo y, de paso, lo hemos conocido bien. En su nuevo-viejo equipo coincidirá con otros dos corredores de sus mismas características: Chicchi y Weylandt. A ver quien lanza a quien, ninguno tiene punta para ganar a los más rápidos del pelotón.
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Lorenzetto cambia el Lampre por el Astana. Antiguo joven con posibles -llegó a hacer quinto en la Sanremo de 2008- y fea trayectoria en el equipo de los Galbusera -en la misma carrera se dio de baja el día antes de la edición de 2009, cuando era uno de los favoritos- va a un equipo donde no hay un corredor rápido, porque Alan dopaje por objetivos Davis es incapaz de hacer entre los cinco primeros en el sprint de una gran vuelta. Lo veremos muy arriba.
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Otro positivo de un español enmarcado en la Vuelta a Portugal. Era un gregario y paisano de David Bernabeú, ya positivo en sus tiempos del Maia -llegó a ganar la etapa final de la París-Niza- y después enrolado en el Kelme. Este positivo es otro más de esos conocidos al final de temporada, como el de Bileka o el de Rui Costa: hay que dar salida a los expedientes acumulados. El afectado dice que no sabe nada, que es todo muy raro y lo de siempre, pero el caso es que ganó una etapa de montaña en la carrera en la que dio positivo.
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Cuando anunció que se quería dedicar al espectáculo parecía que iba a ser otra cosa. Tras reconocer que sólo juega pachangas con los amigos, sus méritos son "sé currar y echarle huevos". Muy divertido lo de Giovanella (positivo por nandrolona) y, de autética retranca gallega, lo de "cuando le quedan apenas dos semanas como profesional del ciclismo".
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Avilés-La Farrapona, otra etapa confirmada para la Vuelta 2011.
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Da un poco de pena leer como alguien capaz y competente como Capodacqua calca el artículo de Arribas, pero al menos en el proceso ofrece interesantes detalles sobre Laich y la Juventus de los noventa. Este equipo jugó en los seis años comprendidos entre 1993 y 1998 cinco finales europeas: dos de la UEFA y tres seguidas de la Copa de Europa, ganando una de cada. Su dopaje se juzgó en tribunales, quedando acreditado el engorde con diversas sustancias dopantes. Sin embargo, lo mejor del artículo es que escribe lo que aquí nadie se ha atrevido a hacer: dopaje de Estado. Y no se refiere a Turín, sino a España.
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Urraburu se apunta a la moda de glosar la biografía de Eufemiano y lo hace a su manera: no hay ningún dato que esté bien puesto y sí muchas mentiras. La más evidente es que sólo estuvo con el ONCE "dos años", en 1989 y 1990. Ni una mención al Liberty. El resto, delirios habituales de este periodista. Ojito a las dotes de curandero místico que le atribuye, sin ningún ánimo irónico. Y muchos elogios entrelíneas, pero eso lo han hecho todo el resto de sus compañeros.
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Qué tontería con eso el gimnasio-zen de Pozuelo, Mieres, Interviú, Contador y el abuelo ciclista. Si quereis algo de A.C en ese sentido sólo hay que seguir el hilo de Pepe, from Valencia.
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Es que el piso era muy grande, por eso no vio nada.
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Publireportaje del más rancio sabor soviético. Al servicio del poder y de la explicación oficial están los servicios informativos de RTVE, el mismo ente que en su día también albergó este inolvidable ejercicio de propaganda moscovita. La voz de la locutora está en función -todo el publireportaje lo está- de decir la gran cantidad de controles que se hacen y el relativo bajo número de positivos que se descubren. Tampoco personalizan en ningún deportista, a pesar de la visibilidad evidente de la de Palencia. A ver: para hacer inteligible la propaganda oficial hay que explicar que sólo es dopaje aquello que da positivo y que los controles siempre pillan a los tramposos, como demuestran las trayectorias deportivas de Basso, Ullrich, Valverde o Marta Domínguez. ¡Ah! Y que sólo se dopa una minoría, aunque esa minoría sea los dos números uno del ciclismo, el tricampeón de la Vuelta (record) o la mejor atleta española de la historia.

De la propaganda, empero, siempre se puede rescatar algo. Fíjense qué fea praxis médica a partir del 7´40", con nada menos que el jefe del laboratorio cogiendo los botes sin los guantes profilácticos (¡brillante!), aunque mi momento preferido es en el 11´40", cuando Lissavetzky extiende las manos a la manera papal y dice que los éxitos de los deportistas españoles han hecho que "los españoles y residentes en España" se animen cada vez más a hacer deporte. Esa sonrisa y esas manos...
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"La maternidad le hizo rejuvenecer". Estos son los análisis críticos que se hacen cuando llueven las medallas a deportistas con una progresión lógica. Se reproducen sin rubor frases como esta. Según su entrenador, otro con pinta de curandero e iluminado, "ahora se atreve con todo". Pues eso.
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Nunca antes como en esta maravillosa foto quedó mejor reflejado eso de que la Lotería es un impuesto sobre la pobreza y la estupidez.