Operación Galgo: ladran los perros (II)



Gibraltar es español

Mientras los principales protagonistas de la Operación Galgo -que está bajo secreto de sumario y donde todas las informaciones provienen de Arribas, que reproduce hasta diálogos narrados de la Guardia Civil, sin que nadie se espante- adoptan las posiciones previsibles en cada caso, no deja de sorprender que entre tanto nuevo converso a la fe del ya lo decía yo -ni rastro de ellos en estos años- no haya reparado en que la figura central de todo este asunto es Eufemiano Fuentes.

El médico canario ha pasado cuatro años y medio desde la Operación Puerto en libertad y haciendo lo que le daba la gana. Tendría que haber estado este tiempo en la cárcel por múltiples motivos, pero Eufemiano del Gran Poder vale más por lo que calla que por lo que hace. Y si lo sigue haciendo, que sea para nosotros.

La versión oficial, repetida hasta la saciedad y replicada por todos aquellos que se llaman periodistas y son simplemente transmisores de consignas, era que se dedicaba a médico de familia, ofendiendo el más mínimo sentido común que un sujeto que facturaba millones de euros en negro por sus servicios pasase de la noche a la mañana a cobrar dosmilyalgo euros atendiendo paperas y resfriados en una consulta privada en las Canarias. En estos cuatro años y medio ningún medio informativo español tuvo a bien enviar a nadie a las Islas Afortunadas a comprobar la veracidad de esta patraña.

Salvo una recordada intervención radiofónica, alguna entrevista de cuatro pelos y un curso de verano pagado con dinero público, además de un juicio ganado, poco se ha sabido de Eufemiano en estos años. Ahora los medios locales, en un típico refrito, juntan piezas con su particular estilo lingüístico ("en pleno epicentro") para darnos una imagen humana del ginecólogo reconvertido para gloria del deporte español. "De vez en cuando, cuando salgo de la consulta, me encuentro con dos periodistas alemanes que me llevan persiguiendo desde que estalló la Operación Puerto". No hacen falta que lo jures, Eufe, ni por un momento se podría pensar que podrían ser españoles.

Les recuerdo esto porque arrecian los Castellotes ("el que la hace la paga", pero mientras no se sepa quien la hace, y de eso me encargo yo y mis colegas, no paga nadie), los yalodecíayo o los de eraunsecretoavoces. Mentira. Se pueden contar con los dedos de la mano de un artificiero los que durante estos años han seguido diciendo que Eufemiano nunca se fue, porque es un especialista en decir que se va y no irse. Lo ha hecho siempre. Escuchen la voz de tonto, de campesino de las ondas, que se le queda a JR de la Morena cuando oye (hacia la mitad de la grabación), en boca del entrenador de toda la vida de Marta de España, que Eufemiano Fuentes siempre ha sido su médico y que jamás ha dejado de serlo. Jamás.

Evidentemente, el supuesto periodista no abunda en este tema. Parece que no le interese. Es cierto que les estoy poniendo el ejemplo más burdo de ladran los perros (¡y de que manera!), porque es díficil encontrar alguien más mezquino, pero déjense guiar y acompáñenme por la estrecha senda que lleva a la Operación Puerto, al dopaje en el atletismo que se tiró a la basura y a la actual Operación Galgo. De la primera la versión oficial dice que se empezó a investigar a raíz de las declaraciones de Jesús Manzano: mentira. Esas declaraciones fueron archivadas. A Manzano se le volvió a llamar, por si quería declarar, cuando se empezó a investigar por asunto del positivo de Heras en la Vuelta de 2005 y, especialmente, por el contínuo ir y venir de atletas que había en Madrid, que se ya se había publicado en febrero de 2006, dos meses antes de la O.P

Les pongo este enlace de Arribas de ¡dos días! después de la O.P. Esta virgen -no como el manoseado de Juan Mora de 1985-, como se puede apreciar en las estrellas de valoración, aunque dudo que ese término sea aplicable a una noticia en la sociedad de la información. Sin embargo, es tal la desmemoria que aflige a todos estos nuevos yalodecíayo que está bien recordar dónde estaba cada uno. El otrora insigne periodista habla de "ramificaciones polideportivas" -a dos meses vista, cuando se convirtió al otro bando, olvidó el poli y se quedó en ciclismo, siguiendo la consigna oficial- y cita muchos nombres de atletas. También de otro médico olvidado, con particular interés. Ni se llegó a hablar de el en la Operación Puerto. Quizás este enlace les ayude a comprender por qué, y al mismo tiempo entender porque no voy a abundar en este tema: sería irresponsable.

Al parecer, Merino Batres y este otro médico estarían más especializados en atletas. Así se vuelve a repetir un mes y dos días después, justo en el alba del informe de la Guardia Civil hecho específicamente antes de la salida del Tour de Francia. En el oficial final, desaparece cualquier referencia al atletismo y otros deportes, todas esos tentáculos se cercenan y la O.P se queda, oficialmente, en un asunto de ciclistas, de siempre perversos, drogadictos y propensos a la trampa, al revés de los más nobles deportes, entre ellos el deporte-rey. Los periodistas, incluyendo los que habían publicado eso, aceptan la versión oficial, la mejoran y empieza la fenomenal Operación Encubrimiento. Y rapidito, que nos quedamos sin trabajo.

Esta es la secuencia de los hechos y está bien recordarlo, que ha pasado mucho tiempo: la redada que acabó siendo la Operación Puerto tenía un vértice fundamental en el atletismo pero, a la hora de la verdad, los atletas desaparecieron. Así, tras el verano de purificación sobre el que habrá que volver, el insigne Arribas no tuvo reparo en publicar en noviembre esta pieza de propaganda, donde las doscientas treinta y algo bolsas encontradas se reducen a 99, perdida ya toda traza de atletas. Eso sí, unos días antes había tirado balones fuera con lo "kafkiano" de todo, algo a lo que el -y todos los que le replican- no contribuyeron en absoluto. Ese fantástico mes de noviembre, el de la conversión -esta vez sí- kafkiana al credo de "que no haya una generación perdida" finalizó con este artículo, el punto y final sobre el tema.

Con el tiempo, Merino Batres sería rehabilitado por Arribas, que llega a poner en su boca un fantasmagórico encuentro casual entre el hematólogo que hacía horas extra en su trabajo de funcionario y un Guardia Civil, al que confesaría que a Mancebo le daban placebo porque ya era bueno de por sí. Pero bueno, retratados los galgos ladradores en su oportuno y oportunista contexto, no nos alejemos del atletismo.

¿Y que pasó por el verano de conversión y desaparición del atletismo de la Operación Puerto? Pues que había Europeo en Goteborg, como se vio en una ficha que se enseñó el vídeo de propaganda de la Guardia Civil y que después no apareció en el sumario: simplemente otro de los papeles perdidos de la Operación Puerto, como los que afectaban a los jóvenes Liberty. Al igual que Cancellara, excluído a última hora por Riis del equipo del Tour cuando se publicó el informe de la Guardia Civil, Odriozola tuvo que dar "garantías" a Marta Domínguez sobre su concurso en la cita sueca, a la que se acudió con el optimismo médico habitual en la Edad de Oro del deporte español.

Nuestra campeona  haría 5.000 y 10.000, toma ya. Con toda la carga de entrenamiento ya hecha. La que vale, vale, y nadie duda de que Marta de España valía para esto, igual que parece que vale para empezar una mañana de jueves como testigo y, ocho horas después, salir como imputada. El sábado doce de agosto era la final de 3.000 obstáculos de dentro de unos años, pero también la de 5.000 donde Marta de Palencia se llevó el oro, tras haber sido séptima el lunes 7 de agosto en la final de 10.000. En esa prueba hizo los preparativos típicos del calendario de mejora de rendimiento deportivo, y después ¡bingo!: como el que sale en la A-G-R o la F-V a vomitar y entrar con los sprinters, y el domingo en Lieja ganar y llevar a todos del gancho.

Y así siguieron estos protagonistas todos estos años: uno farruco previendo medallas -tal parece que tuviese hilo directo con médicos- y la otra, con no menos coraje y "siendo siempre una luchadora", planteándose objetivos como arañar una medalla en Londres 2012 con 37 años. A alguien por encima de ellos esto les debe haber parecido un poco cantoso, incluso más que lo relatado, y han caído en desgracia. Aún así, se niegan a reconocerlo. Hoy ambos han ofrecido su recital de galgos, cada uno por su cuenta y con sus métodos. Ni siquiera en eso han aprendido de Eufemiano: lo mejor es estar callados y seguir obteniendo medallas. Galgo ladrador, poco mordedor.
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Ha muerto Aldo Sassi, conocido preparador médico de deportistas de élite. Como suele pasar en Italia, ahora comienza el mito. A partir de aquí ya no se podrá decir nada malo de un profesional que se inició en esto con la preparación científico-médica de Moser para el récord de la hora de México 1984, como ayudante de Conconi. Después continuó en el ramo.
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Este es el nivel del diario Público: "Asimismo, y según la Cadena Ser, en los registros domiciliarios del jueves también se encontraron varias grabaciones de vídeo en las que los médicos inyectan sustancias presuntamente dopantes a deportistas conocidos". Citan la fuente, pero lo citan mal. Las grabaciones las tiene y las hizo la Guardia Civil, como en la Operación Puerto. Seguramente no las veamos y se utilicen simplemente para demonizar a los consumidores, que acabarán admitiendo su culpa. Eso sí, estaría bien que los de Público hubiesen acertado: ¿se imaginan que la camella y el resto de la trama grabasen a los deportistas para después extorsionarles? ¿como se hace en bastantes puticlubs? Extorsionarles más, claro.
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Claro, por eso nunca lo hará. "Nunca he dado positivo" (eso es cierto, un nuevo descrédito de los métodos antidopaje) y dirá que le han obligado a hacer cosas que no quería. El hecho de que estuviese hasta ocho horas declarando ante la Guardia Civil hace presumir que ya intentó la machada de negar la evidencia y que, cuando le empezaron a sacar lo de los vídeos o lo de las cuentas, empezó a cambiar la declaración. También fueron pasando las horas, hasta ocho. Y como las marcas y los premios se pueden perder, ya veremos un caso Paquillo 2.0 donde la atleta se redimirá y mantendrá sus éxitos a cambio de...bueno, de ceder su imagen para gloria de la lucha antidopaje. El hecho de que su amiguisímo Odriozola haya insistido hoy en la "presunción de inocencia" abunda en esta hipótesis más que probable.
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¡Cúantos premios! Con el tiempo acabarán haciendo uno para los médicos deportivos: es de justicia.
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Ciberchat con Monchito, respuesta 4: "Hasta donde se, en el futbol hay muy poco" (dopaje). Nunca antes Monchito había dejado plasmado su auténtico conocimiento del mundo del deporte. "Muy poco". Ya me parece mucho. En la 20 dice que los italianos nos tenían ganas con lo de Jarque, y que buscaron con denuedo. ¿Para qué, para que quedase al descubierto lo de Coverciano? Qué personaje más inútil.
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Gracias, una voz contrastada como la tuya, y libre de toda sospecha, era necesaria en esta difícil tesitura. Atentos a cómo oculta su peso ("no se ha pesado en tres años", algo inconcebible en un deportista de élite) para que nadie pueda hacer cálculos sobre su rendimiento fisiológico.