La sensación de la temporada pasada comienza el 2006 ganando. Fue el pasado viernes en el GP de Doha, y que ha nadie le extrañe que la glosa de la primera victoria de Tom Boonen con el maillot de campeón del mundo se retrase hasta hoy. Cada cosa en su justa medida. El GP Doha es un criterium hecho carrera profesional, gracias a los petrodólares de las monarquías corruptas y feudales del Golfo Pérsico, en este caso Qatar. Unas invierten en Fórmula 1 (Emiratos Árabes), otras en campos de golf (Bahrein), las más en tenis y fútbol. Con buen olfato empresarial ante este dispendio de dinero dedicado “a diversificar economías dependientes del petróleo”, Jean-Marie LeBlanc contactó con algún príncipe heredero (los hay a decenas) y le ofreció un paquete consistente en la organización del Tour de Francia y un buen puñado de estrellas del pedal. Sobre encontrar un hueco en el calendario y las temperaturas agobiantes del desierto, ningún problema: a finales de enero se puede vender el clima del Golfo Pérsico como mediterráneo y la disparatada fecha como unas vacaciones exóticas, al mismo nivel que esos cicloturistas alemanes que contratan un paquete turístico en Lanzarote para diciembre.
Hecho. Con armas y bagajes, una parte significativa de la caravana ciclista se desplaza desde hace dos años a Qatar con todos los gastos pagados, y qué gastos. A los de logística del material se unen los del personal y ciclistas, que permanecen a cuerpo de rey (feudal, en este caso) toda una semanita disfrutando de las maravillas del lugar: tiendas de lujo, hoteles horteras y mucho coche tapizado en cuero. Estoy seguro de que más de un director deportivo cree que es un destino óptimo para empezar la temporada, más que nada porque está prohibido el alcohol y las señoritas, al menos públicamente. Y mientras tanto, si cae alguna victoria con los jugosos premios que se reparten, mejor que mejor. No es de extrañar que en 2004 el vencedor del GP Doha fuese Simone Cadamuro y en 2005 Robert Hunter, velocistas con vuelos pero pocas confirmaciones. En cambio, este año ha ganado Boonen, y tampoco es de extrañar.
Ya el año pasado fue segundo en la carrera y después se impuso en dos etapas del Tour de Qatar, las dos primeras etapas que acababan en, atención al dato, Doha Hyatt Plaza (un conocido hotel) y el Comité Olímpico qatarí, ese que nacionaliza atletas keniatas. Porque en eso consiste el Tour de Qatar y su prefacio del GP Doha: un bucle continuo a un país cuyo mayor accidente orográfico son las dunas, con carreteras asfaltadas y trazadas a la americana (poner en punto muerto la asfaltadora y dejar que llegue al mar) y todo con una extensión propia de microestado, encima peninsular con forma de percebe. Y con esas dificultades, a un fuera de serie como Boonen le basta con apretar un poco al final de las dos horas y media de competición (sic) para ganar. Igual que Oscar Freire cuando gana en Mallorca, para que engañarse. No se trata de que estén en forma, si no que victorias así se presentan en pocas ocasiones. Los ciclistas no tienen la culpa de que la UCI sancione como carrera profesional una fiesta de barbudos, los mismos que suben al podio tocados con turbante a entregar el premio. Acostumbrados a desplazarse por su hacienda-estado en potentes coches con gasolina gratis, les tiene que parecer gracioso que unos jóvenes se afeiten las piernas y utilicen el medio de transporte de los chinos para conocer la isla. Cuando el nuevo príncipe heredero caiga en la cuenta de que eso puede ser indecente, cerrará el grifo (¿o debería decir oleoducto?) y todo será cubierto por la arena del desierto. Y el que crea que esto forma parte de la expansión del ciclismo y que es un gran paso adelante, es que no ha entendido nada. La Semana Catalana echa el cierre y nosotros tenemos que tragar que esto es “competición”.
Por cierto, otras dos etapas del Tour de Qatar de 2005 acabaron en Doha Landmark (Monumento) y Doha Corniche (Mirador). La única que acabó en un sitio diferente fue la tercera, ganada por Lars Michaelsen en Al Khor Corniche, al igual que la general. El danés ya había sido 3º en el GP Doha. Así las cosas, me haré eco de los resultados del Tour de Qatar, esperando que empiece la temporada.
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La primera etapa del Tour de Qatar 2006 para Boonen.
La segunda también para Boonen...¿corre solo?
ResponderEliminarUn saludo
La verdad es que hay que felicitar una vez más a los dirigentes de ASO porque realmente sacan dinero de los sitios más insospechados. Estoy de acuerdo en que el GP de Doha y todo el Tour de Qatar no son más que cinco días de entrenamiento suave en un clima que en cuanto a la temperatura es ideal en esta época del año, pero bueno competición en sí no creo que podamos considerarlo excluyendo el sprint, donde Boonen parece intratable hasta ahora. En fin dinero...
ResponderEliminarHablando de dinero, o de la falta del mismo en el caso de la Setmana Catalana, decir que las fechas de la segunda vuelta catalana han sido solicitadas por la Vuelta a Castilla y León con el fin de acoger a los equipos que tenían planificada su participación en Cataluña. A rey muerto rey puesto, aunque me sigue entristeciendo que una carrera de la solera de la Setmana desaparezca,esperemos que circunstancialmente.
Finalmente reseñar el estreno de la temporada en Europa con triunfo de Baden Cooke al sprint sobre el prometedor Philippe Gilbert y el medalla de bronce Geslin, y es que los australianos llegan muy finos de su verano austral. Esperemos su actuación en la Estrella de Besseges que comienza hoy. Pasado mañana la primera vuelta .HC del año en el Langkawi de Malasia con una participación sensiblemente inferior a la de años anteriores.
Gracias por vuestros comentarios. La vuelta a Castilla-Leon va y viene, me temo. Hace dos temporadas, cuando Valverde se llevo tres etapas seguidas (la general para Koldo Gil), la Consejera de Deportes anuncio a bombo y platillo la creacion de un equipo. No se supo mas. Ahora parece que meten dinero para hacerse con los equipos de la semana. Veremos.
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